lunes, 7 de marzo de 2011

En el mes de Piscis:ISHTAR

ISHTAR, la diosa del renacimiento femenino

Rituales sobre Mitos y arquetipos femeninos

Coordinación: Olga Weyne y Clodet García
Co-coordinación: integrantes del programa
"Arte y Mandala", de la Red LunaVenus.


El sábado 19 de marzo de 2011 de 15 a 19:30 hs.
En Yerbal 79 (altura Av. La Plata y Rivadavia)
Arancel: $ 150

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Informes e inscripción: 4-831-6799
O escribinos a cualquiera de estas direcciones:
Como diosa de Piscis, Ishtar indica el lento cierre del ciclo anterior y el lento comienzo de un nuevo ciclo de renacimiento: el arcaico arranque de las Diosas Blancas. O sea que lo femenino profundo irrumpe desde la disolución

Si concibiéramos el camino de individuación y de iniciación femenina como un proceso en el cual “al entregar lo esencial... recibimos lo esencial... ”, quizás sea posible empezar a levantar el velo de esta Diosa misteriosa.

Ishtar (Innana) es una de las diosas más antiguas de la humanidad. Surgió en la zona del actual Irak, milenios atrás, en el seno de una cultura muy misteriosa...
Como diosa de Piscis, Ishtar indica el lento cierre del ciclo anterior y el lento comienzo de un nuevo ciclo de renacimiento: el arcaico arranque de las Diosas Blancas. O sea que lo femenino profundo irrumpe desde la disolución.

Ella tiene una hermana, otra parte suya, que permanece en las profundidades (en lo no comprendido por la psique individual). La gran saga de esta diosa es su camino hacia la oscuridad, en búsqueda de esta “hermana oscura”. La clave alquímica es que ambas hermanas poseen una parte del secreto del Amado, del misterio masculino que paralelamente va haciendo también su recorrido de iniciación profunda.

Pero Ishtar- Innana cuenta además con un guía masculino en el mundo “de arriba”: el Dios Enki -el Dios de la sabiduría de los antiguos súmeros- que le hace entrega de los “regalos” de la mente masculina (tal como Ra hiciera con Isis, en la cultura egipcia), para que sean sumados a los tesoros que sólo residen en lo femenino.
En nuestra psique femenina individual siempre irrumpe un estado de desconcierto cuando se invoca a esta diosa, un estado de mágica y temida apertura. Una nota extraña nos conmueve, como una vibración que solemos desconocer de nosotras mismas. Y esto es así, porque ésta es la Diosa del Sacrificio (cabalmente, es una diosa Pisciana)...

Pero ¿qué entenderemos (o mal-entendemos) por “sacrificio”? Parece contradictorio con el hecho de que Ishtar es a la vez una Venus en otro nivel... ¿No es acaso Venus la diosa del goce profundo, del equilibrio y del retorno a la unidad? Sin embargo es así, no hay contradicción alguna salvo en nuestra mente lineal. Es así... porque Ishtar es todas las Diosas en una, en el ciclo del retorno a la unidad. Es Venus reconciliada con la Luna.

En Piscis, Venus es un regente del submundo. Nos parece paradójico que haya algo gozosamente fértil, potente y amoroso, algo que reencuentre la armonía y el retorno a la unidad... a partir de la iniciación femenina en la pérdida.

Por esto, Ishtar nos conecta muy, muy fuertemente con algo que toda mujer sospecha de sí y de su género, del género femenino al cual pertenece: que hay algo misteriosamente dador, previo a nuestro deseo, designio o voluntad de mujeres individuales... Y tiene que ver, probablemente, con que el hecho de que encarnamos en cuerpos (por definición) orgánicamente, diseñados “para el otro”.


¿Por qué esto se vincula con el sacrificio? Porque el “dos en uno” está en nosotras para que ese ser gestado en nuestras profundidades sea luego entregado al mundo. Quien lo alimentó, cobijó, quien lo sintió como propio, deberá “perderlo” en un sentido (el personal)... para que ese ser viva en un sentido cósmico, el que profundamente le corresponde, aquél para el cual fue engendrado.

Este es un diseño tan pero tan básico, que impregna no sólo nuestro cuerpo sino también nuestras emociones y nuestras mentes. Nuestra cultura no nos preparó para esto. A nuestras madres, abuelas, bisabuelas, se las educó como mucho, para entender este misterio en el precario sentido de la subordinación (“si sos mujer no existis para vos, existís sólo para el otro"). (“Sos sólo el segundo sexo”). A las contemporáneas se nos preparó para el camino opuesto ( "recuperate y sé vos misma, no te pospongas, que el otro no exista salvo que vos estés primero"). En los dos casos perdemos este misterio que esencialmente nos constituye.

Si no hacemos el retorno atravesando esta zona, si algo en nosotras no empieza a sentir “por derecha”, jubilosamente, el misterio de la entrega y no la pérdida injusta o el designio de subordinación inevitable ... si algunos de estos malentendidos no se limpian en nuestras psiques, perderemos la oportunidad de cruzar el portal de la iniciación en lo femenino profundo.

Si por el contrario, concibiéramos este camino como una modalidad en la que “al entregar lo esencial... recibimos lo esencial... ”, quizás sea posible empezar a levantar el velo de esta Diosa misteriosa.

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LOS RITUALES DE "DIOSAS DE LA LUNA LLENA"

Si entrás por primera vez a esta propuesta, seguí leyendo aquí abajo.
Si la leiste ya el mes pasado, omitila (es el mismo texto).

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Este es un trabajo de simbolización y profundización arquetípica a partir de lo que se ha dado en llamar "las caras de la Diosa". Su punto de partida fue una investigación realizada grupalmente por integrantes de la Red LunaVenus a lo largo de los años 2001-2002 y profundizada en el 2003, sobre mitos femeninos arcaicos de distintas tradiciones, y sobre los aportes que éstos ofrecen al camino de individuación femenina.Esta investigación se organizó en torno de las siguientes hipótesis:

1) Que de manera análoga a los cuentos de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés (o de cualquier otra representación de la navegación profunda del alma humana) estos mitos pueden ser resignificados a partir del mandala zodiacal entendido como fases de un proceso.

2) Que siguiendo paso a paso este despliegue, las propiedades, las distintas caras y los avatares de las diosas arcaicas (comprendiéndolos en secuencia y no como rasgos aislados) abren una luz insospechada para el trabajo de autoconocimiento femenino.

Los rituales sobre Diosas y Arquetipos Femeninos se convocan mensualmente en la Red LunaVenus desde hace años. Desde el año 2004-2005 hemos desplegado otros programas semejantes (Diosas y Dioses, Mitos y Arquetipos), con el objetivo de convocar esas imágenes arcaicas que todavía nos hechizan... que todavía nos alejan a mujeres y varones del encuentro profundo.

Los rituales, juegos y dramatizaciones grupales nos permiten tocar la ambigüedad creativa de nuestros mitos personales y vinculares. Estos persisten todavía en algún lugar profundo y compartido de nuestro psiquismo colectivo.

Recorrer esos circuitos repetitivos –como las escenas de una película vista una y mil veces- nos posibilita limpiar malentendidos y residuos sombríos. Y nos facilita nuevas formas para el encuentro masculino-femenino.

Siguiendo paso a paso este despliegue, comprendiéndolos como estaciones de un camino y no como rasgos aislados, la recreación grupal de los avatares de dioses y diosas de la antigüedad abren una luz insospechada para el proceso de individuación.

METODOLOGÍA
En la primera parte del trabajo, convocaremos la energía aunándonos en una breve meditación sobre la Luna Llena del mes. Impregnados con esta vibración, nos dispondremos luego a ritualizar las cualidades de la diosa correspondiente al signo.

Luego, con el apoyo de música, materiales, vestuario y escenografía específicos, nos dedicaremos a jugar la luz y la sombra de cada arquetipo (dios y diosa) para experimentar juntos las facetas del vínculo entre esos respectivos aspectos de la masculinidad y de la femineidad.

Como frecuentemente el desencuentro suele ser la vía (a través de la sombra) para el encuentro, nuestra apuesta es que en cada oportunidad se nos revelará cuál es la otra dupla de “dioses sombríos” que aparecen como contrafiguras, tanto en el mito como en nuestras propias vidas.

Esta constatación asombrosa (que en un vínculo de dos en realidad siempre somos cuatro), es el paso inicial e indispensable, para posibilitar el camino hacia un encuentro profundo masculino-femenino.

Terminaremos el encuentro, compartiendo un círculo de reflexión e intercambio de las vivencias que mujeres y varones hemos experimentado juntos durante la jornada.Habrá cuadernillos a disposición, con contenidos mitológicos extraídos de fuentes confiables (clásicas y contemporáneas) sobre la dupla de dioses recreada cada mes.