LUNA LLENA a 11:49 GRADOS de SAGITARIO.
Martes 2 de junio, a las 13:20 hs en Buenos Aires (16:20 GMT)
Géminis, la “Tercera Luna Llena Mayor”
Así la llaman algunos meditadores, que por eso han instituido esta fecha como un “Festival de la Humanidad” o de la “Buena Voluntad”. Se trata de una Luna proyectada sobre el signo de Sagitario que desde allí aúna y sintetiza el misterio solar geminiano.
En esta oportunidad -2 de junio de 2015- y a menos de un día se da también la conjunción de la Luna con Saturno en el signo de Sagitario -constelación de Escorpio para la medición astronómica.
El amor en el eje Géminis-Sagitario
Esta lunación nos pone en contacto con una vibración amorosa especial y generalmente desconocida. En este sentido, “amor” es una fuerza de apertura del centro del corazón para que la energía de la vida misma crezca dentro de nosotros. Esto se instala cuando empezamos a tener la experiencia vívida (y no sólo el convencimiento mental) de que el amor es lo que alimenta a toda la existencia.
Este no es el amor al que estamos acostumbrados. Este nos hace ver “belleza” en todo ser humano, en toda naturaleza, y no sólo en quienes nos son afines o pertenecen a nuestro grupo de afectos personales. Acá se comprende por qué Venus es otro de los regentes esotéricos del signo: porque ningún hombre puede ver belleza sin tener amor en su corazón. La belleza es la manifestación del amor verdadero. O podemos decir también que el amor nos transforma y convoca a la belleza dentro de nosotros.
El amor nos convierte en colaboradores del cosmos y en fuentes de una corriente amorosa derramada por el mismo corazón del Sol. Para trabajar con los constructores de puentes debemos sentir un amor vasto, un amor que persista, perdone y ayude.
La energía del contacto, en Géminis
Es la energía que produce mayor “radiación” en pos de lo amoroso, y es perceptible en muchos hombres y mujeres que trabajan en distintos campos. Santos y discípulos en la antigüedad, dirigentes de todos los sectores del esfuerzo humano en la actualidad, llevan este sello cuando trabajan a favor del mejoramiento de la vida. Estas actividades no son por lo tanto necesariamente “religiosas” o “espirituales” sino que se dirigen, progresivamente, hacia una comprensión y una unidad mayores.La energía del contacto es una energía unificadora. A través del puente que ella tiende, los seres humanos pueden desarrollar continuidad de conciencia desde un plano a otro, hasta que esa conciencia incluya al Yo.
Las personas pueden vivir unas con otras largo tiempo, sin tener un verdadero contacto con el Alma. Este contacto es un instante de tremenda eclosión jubilosa. Tal contacto nos ayuda a alcanzar niveles cada vez más altos. Es el momento de fusión con una correspondiente frecuencia más alta, que está presente o es suscitada en una persona o centro.
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Invocación universal
Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno solo con ellos.
Busco amar, no odiar...
Busco servir, no exigir debido servicio...
Busco curar, no herir...
Que el dolor aporte debida recompensa de luz y amor
Que el alma controle a la forma externa, y a la vida y a todos los acontecimientos
Y revele el amor
Que subyace en los sucesos del tiempo.
Que lleguen la visión y la intuición
Que se revele el futuro
Que aparezca la unión y desaparezcan las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen...
Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno solo con ellos.
Busco amar, no odiar...
Busco servir, no exigir debido servicio...
Busco curar, no herir...
Que el dolor aporte debida recompensa de luz y amor
Que el alma controle a la forma externa, y a la vida y a todos los acontecimientos
Y revele el amor
Que subyace en los sucesos del tiempo.
Que lleguen la visión y la intuición
Que se revele el futuro
Que aparezca la unión y desaparezcan las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen...
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DE AQUÍ HASTA EL FINAL DEL ARTÍCULO EL RESTO DE LAS REFLEXIONES -COMO MES A MES TE LO RECUERDO- SÓLO TE SERÁN DE UTILIDAD SI PODÉS TOMARTE UNA PAUSA MEDITATIVA.
Las Lunas Llenas desde el paradigma transmitido por Alice Bailey y el Maestro Tibetano Djwhal Khul (**)
Hay una confianza en que las energías recibidas durante las lunas llenas anteriores se irradien en esta oportunidad hacia la humanidad a través de los “siete centros de energía” que, en lo cotidiano, podrían comprenderse como ramas del esfuerzo humano. Estas serían: la política, la educación, la filosofía, el arte, la ciencia, la religión y la economía.
Esta tercera Luna Llena nos hace meditar en el misterio del triángulo. Este tiene una propiedad asombrosa y es que puede multiplicarse infinidad de veces cuando cualquiera de sus lados forma a su vez otros triángulos.
En la Doctrina Secreta, Mme. Blavatsky nos dice que “tenemos tres soles”: uno sería el sol visible, otro sería el “corazón del Sol”, y luego tenemos todavía al “Sol espiritual central”, cuyo cuerpo visible es el sol que nos calienta diariamente. De estos tres soles, nos dice M.B., emanan “tres clases de fuego o electricidad”: el fuego por fricción, el fuego solar y el fuego eléctrico.
Para esta mirada esotérica, en la Luna Llena de Géminis el Corazón de ese “gran ser” (que llamamos “nuestro Sol”) se abre e irradia fuego solar hacia nuestro planeta. Este fuego es la energía que llamamos Amor.
Así como en Aries vemos arquetípicamente a Jehová y en Tauro al Buda, en Géminis vemos al Cristo. Lo vemos sobre todo como un “constructor de caminos o de puentes”: puentes en el interior del ser humano mismo, entre hombre y hombre, entre grupos, iglesias y naciones... Puentes entre la humanidad y lo que está más allá de ella (y la incluye).
En la primera Luna Llena Mayor, la de Aries, el voltaje recibido es el de la voluntad. En la segunda Luna Mayor la potencia de esta voluntad permite ver sin los velos engañosos de lo que habitualmente llamamos la realidad, y por eso se habla de iluminación en Tauro. En la tercera, estas energías se transforman en potencia amorosa. Esto nos dice que, sin amor, el poder de la voluntad no es algo seguro, y que la luz puede usarse equivocadamente. La seguridad (quizá podríamos decir mejor la “confianza intuitiva”) sólo se encuentra en el amor, pero éste a su vez necesita que la voluntad y la lucidez estén activos y sean protectivos.
La gran tarea de esta construcción de puentes, a partir del amor que simboliza Géminis, es que nada quede “aparte”.
Por ello, es una gran alegría conmemorar esta fecha, pero es enormemente triste sentir los terribles peligros que parecen acechar a la humanidad. Es preciso por lo tanto confiar que los hombres y mujeres “de visión” son finalmente más potentes que los poderosos ejércitos del mundo y los centros de poder financiero.
Una visión “verdadera” es sólo tal si es profundamente creativa. O sea, si testimonia el florecimiento de una idea dinámica que está en proceso de manifestación. Un hombre o una mujer “de visión” es alguien que transmite esas ideas, y hoy en el mundo no hay mayor poder que el de esas ideas sintonizadas con un orden más amplio e incluyente que el de las voluntades individuales.
Por todo esto, celebrar la Festividad de la Humanidad significa tener fe en la humanidad, confiar en su parte sana y creativa, apoyar a quienes trabajan a favor del crecimiento colectivo.
Las fuerzas planetarias ligadas a Géminis
En esta época de Luna Llena de Géminis, el Sol está transitando por este signo, como ya sabemos. Pero conviene recordar que, además, la constelación de Géminis está vinculada a una de las estrellas de la Osa Mayor, de la que se dice “transmite la energía universal del Amor”. A su vez, el Sol de nuestro sistema transmite esta energía a través de Mercurio, regente exotérico de Géminis, y de Venus, regente esotérico.
A Géminis lo forman dos grupos de estrellas, que diseñan dos columnas. Desde hace siglos, se las identifica con dos hermanos gemelos: Cástor y Pólux.
Según la leyenda, Cástor era mortal y Pólux inmortal. Eran dos guerreros griegos y uno de ellos, Cástor, fue herido y murió en una batalla contra los romanos. Su hermano Pólux quedó sin consuelo, y pidió a Júpiter permiso para sacrificar su vida como rescate por la de su hermano. Al dios le impresionó tanto su actitud, que concedió a Castor también la inmortalidad, y puso a ambos en los cielos, como estrellas de la constelación de Géminis.
Cástor está formado por tres estrellas, que desde el esoterismo simbolizan el vehículo triple de la personalidad. Pólux, por su parte, simboliza el alma humana inmortal. Se dice que desde hace 300 años la luz de Cástor está en menguante y la de Pólux en creciente. Los astrólogos esotéricos creen que se trata de una señal, que indica que la humanidad podrá ir madurando y equilibrando sus problemas de personalidad.
De increíble actualidad.
Parafraseamos a continuación algo que escribe Torkom Saraydarian en 1980 pero en base a fuentes de principios de siglo (época en que Alice Bailey comunicó el mensaje del Maestro Tibetano).
Dice así:
Los hombres son bombardeados diariamente con literatura pesimista proveniente de fuentes tenebrosas que envenenan a la humanidad [es obvio que actualmente esta función la realizan mayoritariamente los medios masivos de comunicación]. En esta literatura leemos que: la tierra se hará pedazos, la radiación atómica contaminará a la tierra entera, la guerra y las armas nucleares barrerán la vida del planeta. El dinero perderá su valor y se esparcirá la bancarrota [y hoy agregaríamos además los dramas de la contaminación y el efecto invernadero]. Todas éstas y similares noticias paralizan poco a poco al espíritu humano y le quitan luz del corazón. Es evidente que la humanidad atraviesa una época peligrosa, una crisis, pero es de esperar que ésta la coloque en la huella correcta.
Y luego nos dice textualmente, citando a Alice Bailey, al Tibetano y a Mme. Blavatski:
“Cuando las fuerzas dobles de los hermanos cósmicos [Géminis] se conviertan en la energía de quien cabalga hacia la luz [Sagitario], entonces el cuarto se convierte en el quinto...”. [El “cuarto” es una alusión a la humanidad como el “reino de la forma” -Cáncer- y el “quinto” sería la expresión jubilosa de esa forma con “conciencia de sí” -Leo].
En términos de la astrología esotérica se expresa que la Tierra es la regente esotérica tanto de Géminis como de Sagitario, o sea que éstas son las dos únicas constelaciones regidas por la Tierra. “...y este hecho es de mayor significación, creando una situación insólita en el sistema solar y una relación única. La línea cósmica de fuerzas desde Géminis hacia Sagitario se relaciona subjetiva y esotéricamente con nuestra Tierra, garantizando así su desarrollo del Alma, el desarrollo de la forma como una expresión de esa Alma, y conduciendo a nuestra afligida humanidad sobre este atribulado planeta, inevitablemente, hacia la puerta misma de la iniciación, en Capricornio” (A.Bailey, Astrología Esotérica).
En otros términos, en estos momentos estaríamos viviendo tironeados entre “Castor y Pólux”, entre personalidad y alma, entre nuestros valores egoístas y nuestros valores desinteresados, entre el racismo o el nacionalismo xenófobo y el espíritu de confraternidad universal. Este estado de disociación, es el origen de todo el dolor del presente, en el planeta.
La energía de Géminis: el universo como relación
En Aries arrancamos con una energía de explosión e irradiación, con un máximo de luz. En Tauro pasamos –hablando desde el contexto de la física- a la desaceleración y a la acumulación por necesidad de conservación de la energía. Dicho en otros términos, en Aries el universo se manifestó como energía pura y en Tauro como materia prima, o sea que las fases iniciales del Zodíaco nos mostraron los dos grandes vectores de fuerza del universo: la expansión y la contracción, la exhalación y la inhalación.
A Géminis, el tercer momento del Zodíaco, le corresponde la constatación de esta “respiración cósmica”. Con Géminis estamos en la relación propiamente dicha. Nos encontramos con que energía y masa son esta relación expresada -en términos einstenianos- como “energía igual a masa por el cuadrado de la velocidad de la luz” (E = M c 2) donde E equivale a energía, M a masa y c2 es el cuadrado de la velocidad de la luz. La masa aparece en la Teoría de la Relatividad como la inercia de una cierta cantidad de energía y esto confiere a la materia propiedades de fantástico depósito energético.
Reacciones ante la potencia de esta energía, durante el plenilunio Géminis/Sagitario
Géminis se relaciona con el “corazón del Sol”. En esta fase, y sobre todo en los días cercanos a la luna llena, ciertas influencias zodiacales fundamentales (sintetizadas y coordinadas) se concentran en nuestro planeta. Esto produce tensión, acción y reacción, y el estado de lucha potente y de dificultad que es tan característico de nuestra vida planetaria, pero a su tiempo produce el despertar de la humanidad a la plena conciencia planetaria. La distribución de esta energía causa en nosotros ciertas reacciones que tienden a experimentarse como:
- Revelación: es cuando las cosas llegan a la superficie y muchas son cosas bellas de las que ni siquiera estábamos al tanto. Aparecen vívidamente en nuestra conciencia grandes sueños. Se nos aproximan grandes visiones, visiones que estaban muy lejos. En la época de la Luna Llena casi las tocamos, las vemos, las sentimos, y tenemos un mayor contacto con ellas. Se nos revelan las mayores bellezas de otras personas, y a su vez estas bellezas de los demás llaman nuestra atención sobre muchas cosas feas y negativas, ocultas en nuestra propia naturaleza.
- Expresión y expansión: una vez que estas visiones ocultas se ponen en libertad, expanden nuestro espacio interior. Nos vemos a nosotros mismos un poco mejor y tenemos la valentía para seguir nuestros sueños y visiones. La expansión y expresión causan creatividad y con ésta podemos significar acciones con las que nos construimos, reformamos y recreamos, a la luz de una nueva visión. Nadie puede expandirse sin creatividad. En este acto, ponemos de manifiesto al Yo real.
- Decisión: ¿qué hacer con estas revelaciones? Es preciso decidir de qué forma, en qué plano, en qué dosis, dónde y cuándo revelar nuestras visiones, ideas y nuestro Yo verdadero. Aquí empieza el problema, porque deberán despejarse muchísimas cosas de nuestra naturaleza, antes de que podamos poner en práctica nuestras visiones. Por ejemplo: si tuviéramos un gran sentido de la solidaridad y voluntad de ayudar a los más desprotegidos... ¿cómo se presentaría esa voluntad en nuestra vida cotidiana, cuando nos sintamos sin ánimo de seguir porque la tarea se hace demasiado pesada? Nuestro logro futuro se basará en nuestra decisión.
- Cambios: luego de tomar la decisión, las revelaciones y el conocimiento nos exigen que cambiemos... ¿qué? Pues nuestro modo de vivir, sentir, hablar, relacionarnos, planificar y crear. Pero no es fácil cambiar... Exige mucha observación de nuestra parte para percibir si los cambios son sólo mecánicos u obedecen a movimientos conscientes. El cambio necesita energía, planificación y sabiduría.
- Empeño en procura de nuevos niveles: el cambio, si es auténtico, clausura un viejo ciclo, una puerta vieja, e inaugura un nuevo ciclo, una nueva puerta. Una nueva visión. Llega un momento en el que nos preguntamos: ¿en pos de qué nivel estoy empeñado en cambiar? ¿En el de mi personalidad o en un nivel más amplio, más cercano a mi Yo real? Un ejercicio interesante consiste en pescar en qué nivel está funcionando nuestra mente cuando estamos distraídos... ¿en qué pienso, adónde vuelan mis pensamientos antes de dormirme, por ejemplo?
Estando continuamente atentos a la dualidad en nosotros, puede crearse un nuevo empeño en procura de nuevas síntesis, porque esta Luna Llena sagitariana del mes de Géminis es, recordemos, la culminación de las tres lunas llenas principales del Zodíaco.
En Géminis/Sagitario tenemos la máxima oportunidad de rever la cosecha de las tres lunas y poner nuestra nueva vida en relación con el mundo y la humanidad entendidos como nueva síntesis para la unidad. Esta es la noción del Amor en Géminis, aumentado con la confianza emocional sagitariana del momento del plenilunio; es lo que nos permite rever el camino que la humanidad tomó hasta el presente, evaluar y a la vez confiar que encontraremos el camino para ayudar en el giro que es preciso imprimir a dicho rumbo.
El tercer trabajo de Hércules (Géminis)
Citado desde la página de Ricardo A. Georgini (**)
En el mito, las Hespérides eran tres ninfas que habitaban un jardín secreto, donde crecía un árbol que daba frutos de oro. Hércules recibió la tarea de conseguir tales frutos, pero nadie sabía dónde quedaba el jardín. El héroe inició su búsqueda yendo para el norte, en busca de la ayuda del sabio Nereo. Se encontró muchas veces a Nereo sin reconocerlo, así como tampoco reconoció las pistas que el sabio sutilmente le proporcionó. Luego, Hércules se dirigió al sur y se enfrentó con la serpiente Anteo, invencible cuando estaba en contacto con la tierra. El héroe tuvo que levantarla en vilo y estrangularla en lo alto para alcanzar la victoria y poder proseguir. Entonces fue para el oeste y conoció a Busiris, que afirmaba ser el único portador de la verdad. Hércules le creyó y se convirtió en su seguidor, olvidándose de su búsqueda y perdiendo mucho tiempo. Finalmente recordó y comprendió las palabras de Nereo: “la verdad está dentro de tí”. Así se liberó y retomó la búsqueda de las manzanas de oro.
En seguida, Hércules encontró a Prometeo encadenado a una roca, con buitres comiéndole el hígado. Y de nuevo se olvidó de su búsqueda, pero esta vez para ayudar a alguien que necesitaba socorro. Ahuyentó a los buitres, liberó a Prometeo y cuidó de sus heridas. Y he aquí que Prometeo le indicó la dirección en que debía buscar el jardín. Para el este, por lo tanto, se dirigió Hércules, pero cuando finalmente halló el árbol, vio a Atlas allí próximo, sosteniendo el peso del mundo sobre sus hombros. Y una vez más, Hércules se olvidó de su objeto de deseo y fue a auxiliar a Atlas en su tremenda tarea. Transfirió el peso de los hombros de Atlas a los suyos. Liberado, Atlas y también las Hespérides trajeron las manzanas de oro para Hércules, y así el trabajo fue realizado.
El oro representa el alma, así como la plata representa la personalidad. Un fruto de plata simbolizaría el conocimiento mental; las manzanas de oro del mito simbolizan la sabiduría espiritual. El fruto es la última cosa producida por el árbol, como resultado de todas las etapas anteriores de su ciclo vital. La sabiduría, semejantemente, debe ser producida por el propio individuo, aprendiendo con sus experiencias en la vida. Sin embargo, el árbol no puede producir el fruto para sí mismo, sino para el mundo. La sabiduría también: existe para ser compartida.
En su búsqueda de la sabiduría, Hércules comienza por el norte, símbolo de su interioridad o subjetividad. El sabio Nereo representa el alma de cada individuo, que le proporciona muchas directrices sutilmente, muchas veces sin que éste las reconozca como tales. En el sur (el mundo externo y concreto), Hércules se enfrenta con la serpiente de los poderes psíquicos y dones espirituales de todo tipo, que atrapan cuando se enfatiza en la apariencia (la tierra o el suelo), en vez de en el significado. En el oeste (el contacto con los otros), Hércules se permitió creer que sólo por formar parte de cierto grupo y seguir cierta autoridad (Busiris) estaría más próximo a la sabiduría.
Pero la única y verdadera autoridad es la sabia voz de la propia conciencia dentro de cada individuo.
Gradualmente, a través de intento y errores, el individuo comprende que nadie puede darle la sabiduría, sino que ella va a florecer en su interior a medida que él procure aliviar el sufrimiento de la humanidad (Prometeo) y cooperar con el trabajo de los Instructores de la humanidad (Atlas). Cuando estamos empeñados en servir, la sabiduría viene como una consecuencia natural.
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Ricardo A. Georgini / ricardogeorgini@yahoo.com.br
http://logosastrologiaesoterica.blogspot.com.ar/2011/06/geminis-la-sabiduria-del-servicio.html
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Invocación universal
Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno solo con ellos.
Busco amar, no odiar...
Busco servir, no exigir debido servicio...
Busco curar, no herir...
Que el dolor aporte debida recompensa de luz y amor
Que el alma controle a la forma externa, y a la vida y a todos los acontecimientos
Y revele el amor
Que subyace en los sucesos del tiempo.
Que lleguen la visión y la intuición
Que se revele el futuro
Que aparezca la unión y desaparezcan las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen...
Fuentes:(*) Es bueno -para los estudiantes de astrología- recordar que signo implica angularidad a partir del cero grado o Punto Vernal y constelación implica ubicación en el espacio. Así es como Antares sigue siendo la estrella brillante de la constelación del Escorpión -dato astronómico indudable- y al mismo tiempo se muestra en el mismo ángulo que la Luna y Saturno, mojón angular que los astrónomos llamamos Sagitario, porque sigue teniendo lugar entre los grados 240/270 a partir del cero grado del Punto Vernal. Esta relación es parte del malentendido -totalmente bizantino- que aún subsiste entre astrólogos y astrónomos, que decimos lo mismo sólo que con diferentes referencias simbólicas. Si quieren ampliar la noción, cfr: "El Zodíaco: un patrón configurador del espacio referido al sistema solar pero dibujado desde la Tierra", por Olga Weyne en:
http://astrologosargentinos.blogspot.com.ar/2011/01/el-zodiaco.html
(**)“Sinfonía del Zodíaco”, de Torkom Saraydarian., Bs.As., Kier, 1986
“Los Trabajos de Hércules”, de Alice Bailey, Madrid, Luis Cárcamo ed.,1983
(***) Ricardo A. Georgini / ricardogeorgini@yahoo.com.br http://logosastrologiaesoterica.blogspot.com.ar/2011/06/geminis-la-sabiduria-del-servicio.html
“Astrología y Mandala: el Zodíaco como pulso e impregnación”, de Olga Weyne, Bs.As., Red LunaVenus, 2007.
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OW, Buenos Aires (CABA) 2 de junio 2015