LA LUNA LLENA DEL MES DE PISCIS
Fecha y horario de la Luna Llena:
Sábado 19 de marzo
a las 15: 11 hs (18:11 GMT), a 29:48 de Virgo.
“ La unidad circular de la Vida "
(El AMOR pide retorno)
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La energía de Piscis son dos peces atados con un hilo; uno es grande y otro es pequeño aunque no siempre los representamos así. El pequeño es la personalidad (o sea, las naturalezas física, emocional y mental cuando se funden como unidad) y el otro es el Alma humano o el Sí-Mismo.
El hilo que los une es el hilo de la vida, que proviene del centro interior del Sí-Mismo y que alimenta a los “millones de vida” (podríamos decir) que transita la personalidad en sus tres niveles. Por el hecho de estar atados, los movimientos de un pez afectan al otro. Ambos se condicionan estrechamente.
Durante milenios el “pez chico” condiciona con sus movimientos al “pez grande”, pero esto cambia con la evolución y llega un momento en que el segundo se traga al primero. Aparece entonces una personalidad fundida con el Alma, que empieza a irradiar luz, amor y poder a través de todas sus actividades, emociones y pensamientos.
Este proceso aparece redactado en tiempo presente en los textos esotéricos, quizá porque significa que el ciclo se repite una y otra vez... Y que no se trata de una simple evolución histórica.
Vías para la transformación en Piscis
Esta transformación se logra a través de tres notas claves fundamentales:
1. El ciclo de la “prisión o cautiverio”, durante el cual el Sí-Mismo se encuentra en verdad preso o cautivo de la triple personalidad. O sea, de los tres vehículos: físico, emocional y mental
2. El tiempo del renunciamiento o desapego, en el cual el Sí-Mismo despierta lentamente y se aparta del anhelo de la personalidad.
3. La época del sacrificio y la muerte, cuando el Si-Mismo se “sacrifica” para redimir las “vidas de la personalidad” y para introducirla en una “muerte mística”. En esta etapa la personalidad se transfigura dejando que la plena luz del Sí-Mismo o del Alma humana se irradie por el mundo.
La clave central: el desapego
Se trata del desapego respecto de los impulsos y tendencias ciegos, de las trampas emocionales, de las cristalizaciones mentales y de la esclavitud del interés por uno mismo.
1. El ciclo de la “prisión o cautiverio”, durante el cual el Sí-Mismo se encuentra en verdad preso o cautivo de la triple personalidad. O sea, de los tres vehículos: físico, emocional y mental
2. El tiempo del renunciamiento o desapego, en el cual el Sí-Mismo despierta lentamente y se aparta del anhelo de la personalidad.
3. La época del sacrificio y la muerte, cuando el Si-Mismo se “sacrifica” para redimir las “vidas de la personalidad” y para introducirla en una “muerte mística”. En esta etapa la personalidad se transfigura dejando que la plena luz del Sí-Mismo o del Alma humana se irradie por el mundo.
La clave central: el desapego
Se trata del desapego respecto de los impulsos y tendencias ciegos, de las trampas emocionales, de las cristalizaciones mentales y de la esclavitud del interés por uno mismo.
El apego físico conduce a los hábitos y adicciones, el emocional a las perturbaciones y neurosis, el mental al fanatismo y a la rigidez. Según el esoterismo todos estos fenómenos indican una forma de solidificación de la fuerza y de la energía “en el aura”, construyéndose así un surco por el que corre la vida de la personalidad. Nosotros podríamos decir lo mismo en términos de “mecanismos lunares”.
El desapego es el proceso de disolución de tales solidificaciones y la aparición de la libertad de la conciencia para actuar sin ser controlada por los mismos.
El apego mental merece una ampliación porque solemos no percatarnos de él, como si lo hacemos de los apegos físicos o emocionales. Muchas veces quedamos apegados a nuestros “útiles mentales”, que son en realidad nuestras opiniones y tradiciones, así como los datos que recogemos por los diversos medios (libros, diarios, Internet, cine y TV). Si no los transformamos en sabiduría, se convierten en obstáculos en nuestro sendero. No podemos expandirnos mas allá de ellos, si ellos construyeron una norma dentro de nuestra mente y esta nos impide ver mas allá.
Quienes están apegados ciegamente a sus personalidades, no ven mas allá. Mientras que los que están liberados de sus personalidades pueden marchar mas allá... Se transforman en luces brillantes, que ayudan a los demás a que hallen su camino, porque brillan no sólo en su hogar o entre sus amigos, sino también en su nación y en el mundo.
Fuente: Torkom Sayaydarian, "Sinfonía del Zodíaco"
