sábado, 9 de julio de 2011

9 DE JULIO DE 1816, LA "INDEPENDENCIA"...

El poder de algunos GESTOS...
                                               por Olga Weyne

¿Por qué "elegimos" el del 9 de julio de 1816 como fecha de arranque de la Argentina independiente y qué deriva originó esta decisión? 
Decisión política que, como siempre en la historia de lo humano, tuvo como vehículos a algunos líderes y gobernantes pero que desde lo profundo, siempre irrumpió desde el inconsciente colectivo poblado de imágenes acerca del poder, la riqueza, la distribución, los modelos económicos y políticos...

Porque si, en efecto, "toda historia es historia contemporánea" (1).




¿Por qué no elegimos, por consenso, el 25 de mayo  de 1810 como fecha inaugural de la Patria? 
Por un lado porque sabemos que se trató de un movimiento (poderoso, tan turbulento como imparable) de tipo local. Ocurrió en Buenos Aires y desde allí sacudió -de manera irreversible- la entumecida realidad del Virreinato. 
Hubo gestos anteriores a ese de 1810: los del siglo XVI con las dos Fundaciones de Buenos Aires (también la primera vez de manera fallida y ambigua, recordemos) y luego tantos otros, que fueron corroborando al puerto como cabeza de indudable y geográfica contundencia, para el resto del cuerpo virreinal. La gran ENTRADA del MUNDO DE AFUERA, a ese cuerpo interior lleno de riquezas y misterio.
Pero todos estos gestos fundacionales en el Gran Puerto tuvieron por lo general un sello distintivo: nunca fueron del todo claros y sinceros, frontales, siempre "escondieron algo", no sin razones estratégicas o económicas válidas, quizá. Lugar de entrada y salida del contrabando, por siglos. Lugar donde se afirmaba cada vez con más nitidez -al llegar los edictos reales- "se acata... pero no se cumple". Sí señor Rey, acá estamos sus súbditos lejanos, tan lejanos que no recibimos de cerca la luz del Gran Sol de sus Graciosas Majestades. Por lo tanto simulamos, hacemos creer que sí... y luego nos la arreglamos como podemos.  
Básicamente... ¡contrabandeamos! Y desde allí vamos asentando la riqueza de esta Cabeza de Goliat (2) que hasta el presente no ha podido ser reducida a un tamaño proporcional, en relación al resto del cuerpo misterioso y oscuro que la sustenta. Y sobre todo, no ha podido sacudirse sus ambigüedades.
Ni qué hablar de 1810: ¿qué pasaba "afuera" del Puerto de Buenos Aires? En Europa otro Gran Rey pero éste encima Emperador, Francés... ¡y lleno de ideas nuevas y "civilizadoras" para imponer a la vetusta monarquía española y a sus vasallos de Ultramar! 
Ah, qué tentación para algunos de éstos habitantes del casi olvidado Virreinato, tan lejano y poco vigilado; muchos de sus varones jóvenes en efecto resultaron totalmente impregnados del movimiento revolucionario francés, pese a que en manos del tiránico (igualmente "moderno") Napoleón ya aparecía el arcaico y humano "doble discurso". ¿Y las mujeres?  Acá tenemos que inferir, suponer, escarbar de entre los documentos para descubrir que sí, que seguramente también muchas de ellas (no sólo algunas como Mariquita y las otras del pequeño ramillete recordado) también estarían resonando con las vibraciones de libertad, igualdad, fraternidad... Y sobre todo con las del Comercio Libre... 
Ah sí, y todos y todas eran también MUY JOVENES, salvo excepciones.


Algo empieza a complicarse
¡Qué pena que en ese momento la corona inglesa estuviera, tan inoportunamente peleada con Napoleón! Desde sus barcos ágiles con capitanes bien "despabilados" ante los GESTOS ambiguos por necesidad de los nativos de esta zona -los mismos que "acataban pero no cumplían"- los ingleses nos enviaban sus propios y rubios GESTOS: miren muchachos que si se independizan del Rey, cautivo de Napoleón...  si emiten ese GESTO contundente y definitivo, ya no podremos seguir este otro delicado camino, el que se originó en otro tipo de gestualidad, más ambigua ...¿quizá más creativa, quizá más pragmática? Ah, qué difícil saberlo, en todo caso una gestualidad bien porteña, de eso no cabe duda.  Y acá sólo queda posicionarse a favor o en contra; o en todo caso oscilar soportando ser tildado/a de ambiguo/a.
Pero si estas ambiguas gestualidades ya venían de muy lejos en el antiguo Virreinato, ¿por qué no sumarle otra, qué le hace una mancha más al tigre?. Ahí aparece entonces la famosa "Máscara de Fernando": hagamos como que seguimos apoyándolo, pero en sigilo y por detrás, vayamos armando planes independentistas.


Pero desde 1810 a 1816 todo cambió mucho... ¡tanto!
El Emperador cae, Fernando el rey títere vuelve a España, el comercio internacional está cada vez más acuciado por las nuevas "leyes del intercambio" (manufacturas de ALLÁ hacia ACÁ, materias primas en dirección opuesta); no es esta nota el espacio para discutir si era un camino "decidido por voluntades hegemónicas" o un movimiento del "libre cambio imparable". En ese momento la campana sonaba desde ese costado... como tantas otras veces posteriores.
¿Y nosotros/as, los muchachos/as del Virreinato olvidado en el confín del mundo? Ah, qué lío habíamos ya armado en esos años, cómo habíamos "movido el avispero", no sólo en las provincias locales sino también en las de Virreinatos vecinos. Nuevos líderes venían a reforzar, con mayor profesionalismo -hablamos de San Martín aquí, obvio- a los creativos, turbulentos, mixturados en sus ideas hasta casi el hartazgo, líderes de la "primera hora" revolucionaria porteña. Para mejor, en el norte de América del Sur otro ejemplar de parecida garra y formación política y militar -hablamos de Bolivar aquí, obvio- empezaba su respectivo movimiento de pinzas.
Esa gestualidad ambigua por lo tanto, originada en 1810 en esta zona de América, irradiada y mezclada con otras irradiaciones semejantes... estaba casi exhausta y al borde de la extinción. Y ya sabemos: sin GESTOS contundentes no hay renacimiento político que valga.


Y así llegamos al GESTO independentista de 1816.
De nuevo una multitud de ideas, planes, alineaciones diversas a troche y moche, algunas sensatas, otras bastante delirantes... Y entretanto las fuerzas del Rey  Fernando se acercaban imparables, porque bueno, "a ver si retomamos el orden de estos revoltosos colonos ¿o acaso no se siguen diciendo súbditos del Rey?"...
Pequeña casa en Tucumán -prestada por una mujer, la valiente doña Francisca Bazán de Laguna- en el corazón del Cuerpo Oscuro y Misterioso, arreglada de apuro para la ocasión. 
Discusiones, debates agitados, cartas que van y vienen de distintos lugares... 
Y triunfó en el debate una fuerza entre tantas otras, la independentista, acicateada por esos nuevos guerreros que ya no tenían tiempo para perder -volvemos aquí a hablar de San Martín, obvio- y entonces, bueno... ¡nos mandamos! (3)


De 1816 a 2011 y los GESTOS siguen en su función especifica: abrir caminos irreversibles.
De aquí en más, luego de este FIAT LUX claro y preciso generado en el Corazón del Gran Cuerpo, no ambiguo como el anterior generado en su Gran Cabeza, se resignificó un camino. ¿el mejor, el más propicio? De nuevo, como en la deriva del comercio libre... ¡cómo saberlo! 
De hecho no interesa. El camino siguió imparable, lleno por cierto de las ambiguedades de aquellos GESTOS anteriores, lleno de sinuosidades, de senderos que se bifurcan, de espantos y de glorias...

Y aquí estamos. A dos siglos cumplidos. Conociendo la potencia fundacional o por lo menos giratoria decisiva, de estos GESTOS.  Decisiones políticas que, como siempre en la historia de lo humano, usan como vehículos a algunos líderes y gobernantes. Pero que en lo profundo, como siempre también en lo humano, irrumpen desde el inconsciente colectivo poblado de guiones que anhelamos repetir ... ¿o quizá -sabiendo que se trata de guiones- empezamos a anhelar modificar? 
No será la primera vez que descubramos estas reiteraciones: "toda historia es historia contemporánea". Pero quizá ahora estemos intuyendo que somos, además de sujetos históricos, asimismo sujetos de "otra cosa" y que recién ahora empezamos a descubrirla.
----------------------------------------------------------
Olga Weyne, 9 de julio de 2011

---------------------------------------------------------
Citas:
1) Frase-ícono de Benedetto Croce.
2) Obra de Ezequiel Martínez Estrada
3) Acta de declaración de la independencia:

"Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad bajo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración." Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios.
El 19 de julio, en sesión secreta, el diputado Medrano hizo aprobar una modificación a la fórmula del juramento. Donde decía «independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli», se añadió:
"...y toda otra dominación extranjera"
1