martes, 18 de octubre de 2011

LA ARGENTINA ES FEMENINA POR DÓNDE SE LA MIRE... (parte 2 de 7)

Sí, es Femenina ... 
para bien y para mal, en sus luces y en sus sombras



PARTE DOS
C) Ya desde su nombre Argentina es femenina: proviene de Argentum (Plata).

D) La Argentina fue desde siempre una región receptora de población, y luego dejada a su merced... ¡mito tan femenino, seducida y luego abandonada con la cría en la cueva!

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C)

DICEN QUE "EL NOMBRE ES DESTINO"
Argentina proviene de "Argentum", plata. En asociación libre y recordando que nuestro país es canceriano podríamos agregar  que proviene de "el metal de la luna de los espejos"... Estas secuencias de asociaciones libres nos van permitiendo sumar imágenes y así seguir construyendo simbólicamente, tal como propone esta breve narración en siete pasos.

¿Fue consciente Martín del Barco Centenera del "egregor" (1) o forma arquetípica que ponía en el mundo con su poema "La Argentina", en 1602? Lo dudo... sobre todo porque no existe "la Historia" sino la psique de los historiadores. Cada uno elige, recorta, sintetiza y difunde. Cada uno es responsable de estas operaciones, sea consciente de ellas o no...






Ya desde la primera y fallida
fundación de Buenos Aires en 1536 -la de Pedro de Mendoza- resuena el término ("ellos entrarían por el río argentino"). Y en mapas portugueses de mediados del siglo XVI ya se denominaba a la región como "Terra Argentea". 

A nuestro río de entrada Solís primero lo llamó "Mar Dulce", hasta que luego le quedó su nombre definitivo. Porque el rumor es que había precisamente eso y en abundancia: el plateado, femenino y atractivo metal. Como tantos otros mitos fundacionales, hubo que deshechizarse de sus velos para descubrir con el tiempo de qué "metal precioso" se trataba. No era algo originado en yacimientos, era otro tipo de sustancia "argentina".






El nitrato de plata hace del espejo ese símbolo tan particular: el que refleja el brillo de "lo otro", de lo que está enfrente suyo. No brilla por sí mismo. En Libra (ascendente de la Argentina) también solemos trabajar con espejos cuando queremos sugerir el venusino trabajo de "ser el vínculo" . (2)

Nombre es destino. Qué difícil destino receptivo para una zona del planeta agreste y olvidada de los principales centros del poder. Ya marcada por su geografía de confines, desde aquellos tiempos lejanos de la conquista española. Triste, claro está, si lo "femenino" sigue siendo sinónimo de "otridad", en el sentido de lo que sólo puede recibir el reflejo del irradiante oro solar.

La Argentina -entendida como arquetipo colectivo- elaboró una parte muy extensa de su propio guión desde este gran malentendido: lo femenino como subordinado, menor, subalterno. Lo receptivo como inerte, carente de propuestas propias, dependiente de los movimientos de sus grandes y admirados "otros" (primero España, luego Inglaterra, Francia, luego EE UU)...

¿Y hoy, quién estará frente a nuestro espejo "argénteo"  permitiendo que le reflejemos su solaridad y al mismo tiempo que le descubramos sus contornos sombríos?

La Argentina es femenina y por eso se ha dejado no sólo nombrar sino connotar a través de su nombre con toda la carga arquetípica del pasado: ser la Plata para el Oro... ser la Reina para el Rey. Ser el reflejo para lo irradiante.





Pero los tiempos "vienen cambiantes". El Rey y la Reina de los alquimistas ya van pegando la vuelta al Mandala de los milenios. Y una nueva imagen arquetípica se va colando en nuestros sueños, así como en las imágenes nuevas que recorren las redes colectivas... No es casual que justo en Egipto surgiera este año el puntapié inicial de un movimiento global que ya sacude el planeta. Y que hubiera imágenes de mujeres saliendo por detrás de sus velos oscuros para manifestar su individuación incipiente. 

Digo que "no es casual" porque de Egipto proviene una imagen arquetípica perturbadora y por eso nunca bien asimilada ni comprendida: Isis y Osiris (reina y rey a la par). La imagen de esta diarquía femenino-masculina viene del pasado remoto... pero se proyecta hacia el futuro, tan necesitado de nuevos guiones para la tribu.

El ascendente en Libra de la Argentina pide pista, me parece, en esta dirección. El sujeto es el vínculo femenino-masculino en sí, no la subordinación de un polo ante el otro. 

Parejas reinantes, parejas gobernantes... Aún es difícil, aún se representa la parte del guión conocido: uno de los polos se inmola para que el otro subsista. En la pareja reinante del siglo pasado, Eva muere (dejando solitario al "rey"). En la pareja reinante de nuestro presente se invierte la ecuación...
Oscilaciones necesarias...
pero no suficientes, salvo que las observemos y meditemos con detenimiento. Intentando aprender de estos diseños milenarios.


D)
TRISTE, SOLITARIA Y FINAL
(UNA VERSIÓN MELANCÓLICA DE UN DESTINO  FEMENINO RECEPTIVO... QUE PUEDE TAMBIÉN ESTAR MUTANDO) 

La Argentina fue desde siempre una región receptora de población, y luego dejada a su merced... ¡mito tan femenino, seducida y luego abandonada con la cría en la cueva!

Esto ocurre desde el origen mismo y en toda América, y no me estoy refiriendo sólo a la etapa en que Europa la descubre (y con eso cree que la "crea"). También su población "originaria" no es tal, sino producto de una heroica navegación polinesia -una de las versiones- o de otra no menos heroica marcha por los hielos del Artico -la otra versión.  

Conquistadores casi locos fueron sus primeros amantes europeos y realmente había que estar un poco trastornado para animarse a estas latitudes desconocidas y yermas, de las que no había mapa alguno. Pedro de Mendoza fue paradigma de este estilo de amante conquistador, y a él le debemos la primera y fallida fundación de la mítica Buenos Aires.

Entre otros que le antecedieron y también entre los que le sucedieron, predominaba una condición social, dura como pocas para la masculinidad de esos conquistadores de la época. Muchos eran "segundones", peyorativa definición de tantos hermanos menores desplazados por los primogénitos.

Por imperio de la ley del mayorazgo, sólo los varones mayores heredaban los bienes y títulos de la familia y los menores quedaban prácticamente desheredados y obligados a buscarse la vida por otros caminos. Las mujeres obviamente no contaban en esta carrera, como mucho recibían una dote para ser casadas honorablemente, o eran metidas a monjas. 


Muchos sacerdotes eligieron su vocación como una posible alternativa a su status de segundones. Pero la mayoría optaba por enrolarse en los ejércitos e intentar la heroica tarea de conquistar territorios. Muchos habían nacido en familias de cierta cultura por lo que, haciéndose luego hábiles en las armas y sumándole a esto un perfil ambicioso y arriesgado, conformaron un tipo psicológico-social peculiar de la época. 

El Río de la Plata, el territorio de la femenina, receptiva pero alejada Argentina, estuvo poblado de estos segundones. Para psiques masculinas contorneadas en el arquetipo de ganar o morir, llegar al primer puesto o fracasar, el hecho de quedar sumidos en este tipo de tareas en una zona tan alejada como el Río de la Plata, aunque fueran tareas de cierta enjundia -gobernadores, incluso luevo virreyes- equivalía a ser funcionarios casi exiliados de las otras zonas más "masculinas y atrayentes del planeta". Europa en primer lugar (centro del imperio) y una vez en América "ni siquiera " obtener un lugar en virreinatos con más futuro de metálico, riquezas, honores y ascenso social como los de México, Perú o Alto Perú. Todos estos impedimentos iban contorneando un perfil del psiquismo masculino en nuestra Argentina y femenina región.


Se entiende perfectamente que la piratería y el contrabando fueran la oscura y femenina "factura a cobrar" por muchos de estos varones segundones -o descendientes de segundones- tomados por su Anima (su femenino interior) en el sentido cabal en que Jung habla de estas tipologías: varones llenos de resentimiento contra los hermanos mayores que se quedaron con la herencia paterna.

Se fueron así constituyendo como hábiles simuladores de acatamiento y obediencia ante virreyes lejanos y reyes aún más lejanos (los "verdaderos machos de la tribu"), anhelando escalar algún día hasta ellos, o para ser como ellos, o para vengarse de tantas afrentas recibidas.

¿Los piratas y los contrabandistas eran varones tomados por su Anima? ¿Los gobernadores y luego los virreyes del Río de la Plata también?  Me animo a postular que sí, siempre dentro del margen de este ejercicio de diseño de  construcción de imágenes colectivas (y sin entrar en las biografías de sus individualidades muchas de ellas exceptuadas como es obvio, de tales imágenes).

De puertas para adentro, éstos que resignada y quizá pragmáticamente se quedaron a construir aquí sus masculinas historias, encontraron un "otro" ideal para someterlo a idéntica presión (en función de la también muy masculina "ley del gallinero"). 



Ese otro fue el indígena, apoyado por un híbrido difícil de clasificar, el gaucho. Así se conformó "la Patria" y ésos fueron los héroes fundadores. Varones tomados por un Anima femenina llena de menoscabo y resentimiento, por haber sido arrojados de la Mesa Redonda de los Caballeros heroicos de la tribu... y desquitándose con los "bárbaros" de turno... 
¿Algún parecido con la historia concreta de las mujeres dentro de estos ciclos de larga duración de la humanidad, quizá?

Luego vino la famosa etapa de la inmigración masiva. De nuevo receptiva la Femenina Patria, abriendo sus puertas a todos los hombres y  mujeres de buena voluntad que quisieran habitar el suelo argentino. Pero "ojo-ojito...habitar dijimos", no tener dominio sobre la tierra y sus riquezas (se plantaron con firmeza los descendientes de los anteriores varones-ánima) ... "nosotros llegamos primero".

El hecho es que los varones que llegaron en esa etapa -fines del siglo XIX- nonos, abuelos, hombres asimismo arrojados de Europa, el único lugar de la Gran Civilización prestigiante para el imaginario colectivo, también venían menoscabados en su masculinidad arquetípica. 



E igual que los anteriores, decidieron sacar fuerzas de la flaqueza. Ya no como piratas y contrabandistas netos (aunque sin dejar de aprovechar tanta expertise nativa, obviamente) sino aprovechando los huecos y baches de esta "Tierra de Promisión" para insertarse masculinamente cuanto antes. Sino lo harían sus hijos ("m´hijo el dotor"). Y así fue también. Esta escalada piramidal podría no tener fin. Y como la consabida y ya citada "ley del gallinero", o como los conocidos finales de todos los guiones totémicos... el que gana a todo o nada, finalmente pierde de la misma manera. Y entonces... vuelta a empezar.

Ocurre que estos varones no estaban solos. A su lado hubo siempre mujeres. 




Hasta el presente, por lo general predominaron las  aliadas del viejo guión, aunque éste las confinara a los roles conocidos: las acompañantes, las madres de esos hijos luego inmolados en las guerras, las madres o esposas de los postulantes a líderes, cayendo luego solidariamente con ellos en el momento de las abdicaciones (o abandonándolos "traidoramente" según rezan las letras del tango, en el momento anterior a la caida... sólo para ponerse al lado o bajo el abrigo del nuevo patrón de la estancia). Estamos hablando de las discípulas de Hera (3)

También hubo otras: las guerreras heroicas, las que codo a codo empuñaron fusiles en las primeras épocas, luego acompañaron en el trabajo del campo y las industrias, y luego en el trabajo académico. 









Estas fueron las discípulas de Palas Atenea (4) que en esta lejana Tierra aumentaron mucho su influencia arquetípica, en relación directa al aumento de los Varones tomados por su Anima melancólico- tanguera. Igual que las discípulas de Hera, pagaban un peaje a su propia sombra: en este caso, con la competencia entre ellas mismas, con la pérdida de la solidaridad entre su propio género.


¿Y ahora? Algo mutativo también está teniendo lugar en esta zona, sobre todo en estos últimos años en los que las figuras femeninas -en todo el planeta- fueron ocupando un porcentaje creciente de las imágenes en los medios. Así como un porcentaje creciente en el reparto efectivo del poder (y nada indica que por ahora esta repolarización se interrumpa).

La hasta ahora triste, solitaria y final Anima masculina predominante en estas tierras, está pudiendo espejarse de a poco en otra Plata Argentea. En el espejo que empezamos a ofrecer muchas mujeres -aquí y en el planeta- saliendo a reformular estos viejos y ya cansadores guiones.

Ya no más Triste, Solitaria y Final... de a poco cada vez más Optimista, Comunitaria y en Comienzo... en pleno arranque de nuevos guiones para la tribu.

Es cierto: falta mucho, muchísimo..... Pero se percibe un buen aporte en el renacimiento del -siempre receptivo por cierto- Argentum, impulsado por el recodo de activación e irradiación que lo Femenino Profundo está tomando en el planeta.


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Parte tres (de siete): hacer clik AQUÍ
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Fuentes:

1) Un egregor (o egregore) es, en esoterismo, un concepto que designa un “espíritu de grupo”, una entidad psíquica autónoma o una fuerza producida e influenciada por los deseos y emociones de varios individuos unidos por un fin común. Esta fuerza viviente funcionaría como una entidad autónoma. El término, aparecido en la tradición hermética, fue retomado por los surrealistas, quienes lo cargaron de un importante potencial subversivo. http://circulo-ouroboros.blogspot.com/2010/01/traducciones-egregor.html
2) Red LunaVenus, http://www.redlunavenus.com.ar/

3) Para "La Diosa Hera", ver Rituales Femeninos en programas "Diosas de la Luna llena" http://diosaslunallena.blogspot.com/

4) id, "Palas Atenea"