sábado, 21 de mayo de 2016

LUNA LLENA EN SAGITARIO, DEL MES DE GÉMINIS

LUNA LLENA a 1:14 GRADOS de SAGITARIO.
Sábado 21 de mayo 2016, a las 18:16 hs  en Buenos Aires (21:16 GMT)

Géminis, la “Tercera Luna Llena Mayor”
Así la llaman algunos meditadores, que por eso han instituido esta fecha como un “Festival de la Humanidad” o de la “Buena Voluntad”. Se trata de una Luna proyectada sobre el signo de Sagitario que desde allí aúna y sintetiza el misterio solar geminiano.

En esta oportunidad -21 de mayo de 2016- el Cielo muestra relaciones fluidas entre Júpiter, Plutón y Mercurio -en signos de tierra- por lo cual podríamos invocar la potencia de nuestras síntesis mentales y su aplicación a la resolución de temas concretos. 

Asimismo, estas síntesis ofrecen a nuestra meditación del día la posibilidad de enfocarse en el misterio de lo vasto y de lo que incluye en lugar de excluir. Esto parece indicar la angularidad tensionante -que ya viene de muchas semanas previas- entre Júpiter, Neptuno y Saturno. 

En Buenos Aires y de alguna manera en toda la Argentina, la angularidad ascendente de esta lunación, sumando Marte a la Luna Sagitariana con que se abre la carta, nos sigue obligando a revisar dogmatismos y por qué no, creencias ilusorias y negaciones. Esa posición sagitariana, recordemos, toca el vulnerable Urano en casa dos de la carta de la Argentina. Léase: la zona de nuestra "bipolaridad" más visible expresada en el tema de la abundancia de los recursos  materiales.

A pocas horas de un veto presidencial a la ley anti-despidos que continúa reforzando las creencias de una de las Dos Argentinas que Somos -la que propicia la exclusión del "otro" del esquema de distribución de los recursos- esta lunación podría estimularnos a una meditación sobre esta oscurísima zona del psiquismo colectivo argentino: la mezquindad, la ausencia de la generosidad básica hacia el prójimo, la desconexión geminiana a través de la no información. La sombra -en fin y como siempre- de nuestro complejo guión colectivo.




ES DURO VERNOS EN ESTE ESPEJO: EL DE LA MEZQUINDAD. SOBRE TODO DURANTE ESTA TERCERA LUNA LLENA MAYOR DEL AÑO ZODIACAL, LLAMADA "DE LA HUMANIDAD".

El amor en el eje Géminis-Sagitario
Esta lunación nos pone en contacto con una vibración amorosa especial y generalmente desconocida. En este sentido, “amor” es una fuerza de apertura del centro del corazón para que la energía de la vida misma crezca dentro de nosotros. Esto se instala cuando empezamos a tener la experiencia vívida (y no sólo el convencimiento mental) de que el amor es lo que alimenta a toda la existencia.

Este no es el amor al que estamos acostumbrados. Este nos hace ver “belleza” en todo ser humano, en toda naturaleza, y no sólo en quienes nos son afines o pertenecen a nuestro grupo de afectos personales. Acá se comprende por qué Venus es otro de los regentes esotéricos del signo: porque ningún hombre puede ver belleza sin tener amor en su corazón. 


La belleza es la manifestación del amor verdadero. O podemos decir también que el amor nos transforma y convoca a la belleza dentro de nosotros.
El amor nos convierte en colaboradores del cosmos y en fuentes de una corriente amorosa derramada por el mismo corazón del Sol. Para trabajar con los constructores de puentes debemos sentir un amor vasto, un amor que persista, perdone y ayude.


La energía del contacto, en Géminis
Es la energía que produce mayor “radiación” en pos de lo amoroso, y es perceptible en muchos hombres y mujeres que trabajan en distintos campos. Santos y discípulos en la antigüedad, dirigentes de todos los sectores del esfuerzo humano en la actualidad, llevan este sello cuando trabajan a favor del mejoramiento de la vida. Estas actividades no son por lo tanto necesariamente “religiosas” o “espirituales” sino que se dirigen, progresivamente, hacia una comprensión y una unidad mayores.

La energía del contacto es una energía unificadora. A través del puente que ella tiende, los seres humanos pueden desarrollar continuidad de conciencia desde un plano a otro, hasta que esa conciencia incluya al Yo.

Las personas pueden vivir unas con otras largo tiempo, sin tener un verdadero contacto con el Alma. Este contacto es un instante de tremenda eclosión jubilosa. Tal contacto nos ayuda a alcanzar niveles cada vez más altos. Es el momento de fusión con una correspondiente frecuencia más alta, que está presente o es suscitada en una persona o centro.



Las Lunas Llenas desde el paradigma transmitido por Alice Bailey y el Maestro Tibetano Djwhal Khul
Hay una confianza en que las energías recibidas durante las lunas llenas anteriores se irradien en esta oportunidad hacia la humanidad a través de los “siete centros de energía” que, en lo cotidiano, podrían comprenderse como ramas del esfuerzo humano. Estas serían: la política, la educación, la filosofía, el arte, la ciencia, la religión y la economía.


Esta tercera Luna Llena nos hace meditar en el misterio del triángulo. Este tiene una propiedad asombrosa y es que puede multiplicarse infinidad de veces cuando cualquiera de sus lados forma a su vez otros triángulos.
En la Doctrina Secreta, Mme. Blavatsky nos dice que “tenemos tres soles”: uno sería el sol visible, otro sería el “corazón del Sol”, y luego tenemos todavía al “Sol espiritual central”, cuyo cuerpo visible es el sol que nos calienta diariamente. De estos tres soles, nos dice M.B., emanan “tres clases de fuego o electricidad”: el fuego por fricción, el fuego solar y el fuego eléctrico.

Para esta mirada esotérica, en la Luna Llena de Géminis el Corazón de ese “gran ser” (que llamamos “nuestro Sol”) se abre e irradia fuego solar hacia nuestro planeta. Este fuego es la energía que llamamos Amor.

Así como en Aries vemos arquetípicamente a Jehová y en Tauro al Buda, en Géminis vemos al Cristo. Lo vemos sobre todo como un “constructor de caminos o de puentes”: puentes en el interior del ser humano mismo, entre hombre y hombre, entre grupos, iglesias y naciones... Puentes entre la humanidad y lo que está más allá de ella (y la incluye).

En la primera Luna Llena Mayor, la de Aries, el voltaje recibido es el de la voluntad. En la segunda Luna Mayor la potencia de esta voluntad permite ver sin los velos engañosos de lo que habitualmente llamamos la realidad, y por eso se habla de iluminación en Tauro. En la tercera, estas energías se transforman en potencia amorosa. Esto nos dice que, sin amor, el poder de la voluntad no es algo seguro, y que la luz puede usarse equivocadamente. La seguridad (quizá podríamos decir mejor la “confianza intuitiva”) sólo se encuentra en el amor, pero éste a su vez necesita que la voluntad y la lucidez estén activos y sean protectivos.

La gran tarea de esta construcción de puentes, a partir del amor que simboliza Géminis, es que nada quede “aparte”.

Por ello, es una gran alegría conmemorar esta fecha, pero es enormemente triste sentir los terribles peligros que parecen acechar a la humanidad. Es preciso por lo tanto confiar que los hombres y mujeres “de visión” son finalmente más potentes que los poderosos ejércitos del mundo y los centros de poder financiero.

Una visión “verdadera” es sólo tal si es profundamente creativa. O sea, si testimonia el florecimiento de una idea dinámica que está en proceso de manifestación. Un hombre o una mujer “de visión” es alguien que transmite esas ideas, y hoy en el mundo no hay mayor poder que el de esas ideas sintonizadas con un orden más amplio e incluyente que el de las voluntades individuales.

Por todo esto, celebrar la Festividad de la Humanidad significa tener fe en la humanidad, confiar en su parte sana y creativa, apoyar a quienes trabajan a favor del crecimiento colectivo.

El tercer trabajo de Hércules (Géminis)
Citado desde la página de Ricardo A. Georgini

"El trabajo de Hércules relacionado con el signo de Géminis es la obtención de las manzanas de oro de las Hespérides. Es un trabajo muy largo, lleno de un rico simbolismo, representando el desafío de traer las elevadas ideas y aspiraciones para la vida práctica, manifestando así sabiduría.
En el mito, las Hespérides eran tres ninfas que habitaban un jardín secreto, donde crecía un árbol que daba frutos de oro. Hércules recibió la tarea de conseguir tales frutos, pero nadie sabía dónde quedaba el jardín. El héroe inició su búsqueda yendo para el norte, en busca de la ayuda del sabio Nereo. Se encontró muchas veces a Nereo sin reconocerlo, así como tampoco reconoció las pistas que el sabio sutilmente le proporcionó. Luego, Hércules se dirigió al sur y se enfrentó con la serpiente Anteo, invencible cuando estaba en contacto con la tierra. El héroe tuvo que levantarla en vilo y estrangularla en lo alto para alcanzar la victoria y poder proseguir. Entonces fue para el oeste y conoció a Busiris, que afirmaba ser el único portador de la verdad. Hércules le creyó y se convirtió en su seguidor, olvidándose de su búsqueda y perdiendo mucho tiempo. Finalmente recordó y comprendió las palabras de Nereo: “la verdad está dentro de tí”. Así se liberó y retomó la búsqueda de las manzanas de oro.

En seguida, Hércules encontró a Prometeo encadenado a una roca, con buitres comiéndole el hígado. Y de nuevo se olvidó de su búsqueda, pero esta vez para ayudar a alguien que necesitaba socorro. Ahuyentó a los buitres, liberó a Prometeo y cuidó de sus heridas. Y he aquí que Prometeo le indicó la dirección en que debía buscar el jardín. Para el este, por lo tanto, se dirigió Hércules, pero cuando finalmente halló el árbol, vio a Atlas allí próximo, sosteniendo el peso del mundo sobre sus hombros. Y una vez más, Hércules se olvidó de su objeto de deseo y fue a auxiliar a Atlas en su tremenda tarea. Transfirió el peso de los hombros de Atlas a los suyos. Liberado, Atlas y también las Hespérides trajeron las manzanas de oro para Hércules, y así el trabajo fue realizado.

El oro representa el alma, así como la plata representa la personalidad. Un fruto de plata simbolizaría el conocimiento mental; las manzanas de oro del mito simbolizan la sabiduría espiritual. El fruto es la última cosa producida por el árbol, como resultado de todas las etapas anteriores de su ciclo vital. La sabiduría, semejantemente, debe ser producida por el propio individuo, aprendiendo con sus experiencias en la vida. Sin embargo, el árbol no puede producir el fruto para sí mismo, sino para el mundo. La sabiduría también: existe para ser compartida.

En su búsqueda de la sabiduría, Hércules comienza por el norte, símbolo de su interioridad o subjetividad. El sabio Nereo representa el alma de cada individuo, que le proporciona muchas directrices sutilmente, muchas veces sin que éste las reconozca como tales. En el sur (el mundo externo y concreto), Hércules se enfrenta con la serpiente de los poderes psíquicos y dones espirituales de todo tipo, que atrapan cuando se enfatiza en la apariencia (la tierra o el suelo), en vez de en el significado. En el oeste (el contacto con los otros), Hércules se permitió creer que sólo por formar parte de cierto grupo y seguir cierta autoridad (Busiris) estaría más próximo a la sabiduría.

Pero la única y verdadera autoridad es la sabia voz de la propia conciencia dentro de cada individuo.

Gradualmente, a través de intento y errores, el individuo comprende que nadie puede darle la sabiduría, sino que ella va a florecer en su interior a medida que él procure aliviar el sufrimiento de la humanidad (Prometeo) y cooperar con el trabajo de los Instructores de la humanidad (Atlas). Cuando estamos empeñados en servir, la sabiduría viene como una consecuencia natural.
-------------------------
(***)
Ricardo A. Georgini / ricardogeorgini@yahoo.com.br
http://logosastrologiaesoterica.blogspot.com.ar/2011/06/geminis-la-sabiduria-del-servicio.html
-------------------------

Invocación universal
Los hijos de los hombres son uno solo y yo soy uno solo con ellos.
Busco amar, no odiar...
Busco servir, no exigir debido servicio...
Busco curar, no herir...
Que el dolor aporte debida recompensa de luz y amor
Que el alma controle a la forma externa, y a la vida y a todos los acontecimientos
Y revele el amor
Que subyace en los sucesos del tiempo.
Que lleguen la visión y la intuición
Que se revele el futuro
Que aparezca la unión y desaparezcan las divisiones externas
Que prevalezca el amor
Que todos los hombres amen...


Fuentes:
“Sinfonía del Zodíaco”, de Torkom Saraydarian., Bs.As., Kier, 1986
“Los Trabajos de Hércules”, de Alice Bailey, Madrid, Luis Cárcamo ed.,1983
Ricardo A. Georgini / ricardogeorgini@yahoo.com.br  http://logosastrologiaesoterica.blogspot.com.ar/2011/06/geminis-la-sabiduria-del-servicio.html

“Astrología y Mandala: el Zodíaco como pulso e impregnación”, de Olga Weyne, Bs.As., Red LunaVenus, 2007.
---------------------------------------------------------
ow, Buenos Aires, 21 de mayo 2016