domingo, 30 de abril de 2017

MADRES DE LA PLAZA... QUERIDA TÌA MÒNICA

HOY SE CUMPLEN 40 AÑOS DE ESTA RONDA FUNDACIONAL, LA DEL 30 DE ABRIL DE 1977.
Foto de Archivo

COMO HOMENAJE A TODAS LAS MADRES DE LA PLAZA Y A SU HISTORIA HEROICA, QUIERO CONTAR UNA EN PARTICULAR: LA DE MI TÌA.

Mònica Molleker de Burgardt era reservada y silenciosa, tal como sugiere esta foto -amplificada y por eso tan diluida- la ùnica que poseo donde aparece su rostro enigmàtico. Al lado està mi primo, aùn casi adolescente.
LA IMAGINO EN ESA RONDA del 30 de abril de 1977 marchando codo a codo con las otras madres del dolor. Mi primo Alberto Burgardt desapareciò en setiembre de 1976 y ella se moviò enseguida, con la esperanza de encontrarlo.
SÈ QUE ESTUVO EN MUCHAS MARCHAS INICIALES con las madres que se iban sumando, corridas por la policìa, denigradas. Aùn no organizadas como Madres de la Plaza. Sè que confiò al principio en la intermediaciòn de la iglesia: era muy catòlica. Hizo antesala en enorme cantidad de despachos episcopales. En vano.
CONTÒ LA HISTORIA A MI MADRE PERO MUCHO DESPUÈS. Nuestras familias no tenìan en ese momento una relaciòn cotidiana, como sì yo habìa tenido pocos años antes con mi primo. Se encerraron en sì mismos y una vez que asumieron que Alberto ya no volverìa màs, bajaron los brazos. Se aislaron del resto de la familia, salvo con mi madre que cada tanto los visitaba.
LA FAMILIA QUEDÒ DESTRUIDA. La escena de la captura de Alberto fue demasiado cruel como para contarla aquì y los dos tios fueron testigos. Mi tìo Juan muriò primero, luego incluso murieron dos de sus hijos. Ninguno de ellos compartìa las ideas de Alberto, lo que les hizo aùn màs duro sobrellevar la situaciòn.
Y FINALMENTE TÌA MÒNICA MURIO HACE POCOS AÑOS ATRÀS. Hasta el final guardò silencio sobre su heroismo en esos años de plomo. Tuvo algunas confidencias, pocas, con mi madre y sòlo con esos retazos pudimos reconstruir algo.
SE NEGÒ CON ORGULLO Y AMARGURA a recibir la reparaciòn econòmica otorgada a familiares de desaparecidos. Y lentamente decidiò irse apartando de la vida.
MUCHAS MADRES Y MUCHOS PADRES DE DESAPARECIDXS deben haber tenido una historia semejante. No tenemos ni idea de su nùmero pero son muchxs màs -igual que las mismas victimas- que los nùmeros que hasta ahora manejamos. Los que pudieron erguirse de alguna manera, siguieron con las denuncias, se juntaron, fueron tomados por la resiliencia reparadora.
MUCHAS Y MUCHOS NO PUDIERON. Como Mònica y Juan, quedaron sumidos por el abismo de un dolor que los paralizò, sobre todo al constatar la magnitud de lo que habìa ocurrido. En el caso de Mònica fue letal, ademàs, recibir la frialdad burocràtica de los sacerdotes de la iglesia en la que tanto habia confiado.
PERO SABEMOS QUE ELLA FUE UNA de las que puso la semilla en las rondas iniciales. Por eso quiero tambièn honrar en este dìa a estas madres (y padres) del dolor que no logrò consuelo.
EL HEROISMO DE LXS QUE SIGUIERON CON LA LUCHA, sirviò para honrar tambièn su memoria. Las miles de marchas posteriores de las Madres que marcaron a fuego el Mandala de la Plaza, son el testimonio viviente de ello.
Mònica, Alberto... gracias por el tramo compartido de nuestras vidas.
ow
Foto de Archivo

DESDE AQUELLAS ÈPOCAS ACIAGAS... EN QUE AÙN ERAN JÒVENES Y FUERTES...
HASTA HOY, 30 DE ABRIL DE 2017... YA NO JÒVENES PERO IGUALMENTE FUERTES, ENCENDIDAS, IMPARABLES.... LAS "LOCAS DE LA PLAZA".
Foto de Kaloian Santos Cabrera (30 de abril 2017)